El método Montessori se basa en varios principios fundamentales, incluyendo la autodirección, el aprendizaje práctico y la preparación del entorno.
Uno de los principios clave de Montessori es «Sigue al niño», lo que significa que la educación debe adaptarse a las necesidades individuales de cada niño en lugar de imponer un currículo rígido.
El método Montessori se estructura alrededor de principios fundamentales que guían su enfoque educativo:
- Autodirección: Los niños son libres de elegir sus actividades y trabajar a su propio ritmo. Esto fomenta la independencia y el autoconocimiento, permitiéndoles descubrir sus intereses y habilidades naturales.
- Aprendizaje Práctico: El aprendizaje a través de la experiencia directa es un pilar de la metodología Montessori. Los niños interactúan con materiales diseñados específicamente para enseñar conceptos abstractos de manera concreta.
- Ambiente Preparado: El aula Montessori está cuidadosamente organizada para promover la independencia y el aprendizaje autodirigido. Todo en el entorno, desde los muebles hasta los materiales, está diseñado para ser accesible y atractivo para los niños.
- Educación Integral: Montessori no solo se enfoca en el desarrollo académico, sino también en el crecimiento emocional y social del niño. El objetivo es formar individuos completos y equilibrados.
Estos principios crean un entorno de aprendizaje que respeta y apoya el desarrollo natural de cada niño, fomentando una actitud positiva hacia el aprendizaje que perdura toda la vida.